Ella vió en él
Los ojos rasgados,
vestidos de negro,
que miran,
que dan
El se dió cuenta
De unos labios muy francos,
redondos,
rosados,
que saben besar
De día y con sol
Dos extraños sin habla,
viviendo en las sombras,
jugando a soñar
Dos cuerpos ajenos
Que huyen,
lastiman,
un par de orgullosos,
se ignoran,
no hacen mas que evitar
Pero llega la luna
Y con ella su magia,
se atraen los cuerpos,
se miran,
se tocan,
se quieren comer
Que pasa con ellos?
Estorba la ropa,
se clava en sus ojos,
le nubla la mente,
no hay mas que temer
Se vuelven amigos,
se agarran las manos,
se abrazan dormidos,
se puede sentir
la paz que despiden,
la ternura que brota,
el sol ya no importa,
se vuelven a unir
Luego, otra vez la mañana
adios bella dama,
la luz que los cega,
el hechizo regresa,
un silencio que inunda,
la distancia que abruma,
dias sin sol,
otra vez son dos piedras
esperando la noche,
a que venga la luna,
que los cuerpos se acerquen,
que se toquen de a poco,
que resuene el suspiro,
que se escuche el suzurro,
hoy te quedas conmigo,
como te quiero, loco
Foto: Simon Launay